SER MARISTA

SER MARISTA

es ir contento por la vida

repartiendo esperanza y alegría,

tender siempre una mano amiga

sembrar paz, respeto y armonía

SER MARISTA

es ser hermanito fiel y alegre de María,

sencillo, humano y fraterno como la Madre

compañero en las luchas y fatigas,

servicial y tendiendo su mano amiga.

SER MARISTA

Es compartir con los jóvenes y niños

el profundo amor que nos tienen Jesús y María

así como lo hizo en sus días Marcelino

esa es nuestra verdadera vocación cada día

SER MARISTA

es tener la HUMILDAD de saber y aceptar

nuestra propia verdad,

y con toda honestidad

ir liberándonos del desengaño y la vanidad

es la SENCILLEZ de una persona transparente

que se expresa en un corazón abierto,

fácil a las relaciones y de calidez humana

cristalino como el arrollo en la mañana.

es la MODESTIA manifiesta en el respeto

con que tratamos a los otros,

en lo que decimos y hacemos,

en la delicadeza que mostramos para con ellos.

SER MARISTA

es tener plantadas en nuestro corazón

las tres violetas como virtudes anheladas,

que nos dan identidad

y revisten de autenticidad y bondad

nuestro trato con Dios y los demás.

Y AL SENTIR TU MIRADA

Silencio, frío,

ausencia, oscuridad, estío...
La nada lo es todo
y todo está lleno de nada.

No hay existencia

Domina todo el vacío
No sé si comienzo o termino
No sé dónde estoy
aún no tengo destino

No se siquiera si soy

LUZ maravillosa
que mis ojos ilumina

Luz por el mismo Dios

creada y bendecida

que puso orden a mi caos

me regaló lo que hoy es mi vida

Luz fundida en el encuentro de dos amores
De dos cuerpos deshinibidos
Que se aman, se buscan
y esperan
como el desierto la lluvia
como el invierno la primavera

como el pueblo, su tierra prometida

Entrega total
Sin medidas ni reservas
Es el amor más puro
El que hace fértil la tierra

Pero antes del encuentro
Antes de la entrega
LUZ maravillosa
Sabías quien yo era

Y desperté a la vida
Y la nada cobró sentido
Y al sentir Mi Dios tu mirada
Comprendí que mi vida estaba
Unida a ti
Antes de ser engendrado
Antes de haber nacido.

Y por primera vez me hablaste,
me quisiste
me besaste
Tus ojos
Con cariño
En mí se posaron
criatura insignificante

Me di cuenta
que para ti
soy ese alguien
Único, irrepetible

como la primera primavera
y tu amor en mí
Se hizo tangible
Sin límite ni barrera.

Mientras una corriente,
de amor puro

como del Negueb los torrentes
mis entrañas recorría
no acertaba adivinar
si era el amor maternal
o de ti de quien procedía

Más de ello no me ocupo
Pues, que otra cosa eres Tu
sino una madre que anhela,
ama, sufre, espera..

como a Lemuel buenos consejo

le hereda…

que otro no eres tu

sino un Padre siempre fiel a su Promesa
de hacer de mí un nuevo hombre
una nueva y eterna primavera.

REMIX del año 1994