Los aniversarios son recuerdos de hechos pasados que traemos al presente. Celebrar un aniversario significa evocar ese acontecimiento que de alguna u otra forma influyó en nuestra vida y rumiarlo desde el hoy. No todos los aniversarios son felices, ni siquiera se celebran anualmente…
En el Colegio ocurrió un hecho que me trasportó al pasado: un representante le propinó un golpe a nuestro amigo y hermano Chepe. Así, sin más, de la nada vino ese trancazo. Si no intervienen los alumnos y otros profesores presentes hubiese ido a más… no por Chepe, que quedó atónito, sin poder reaccionar, sino por el otro sujeto que pretendía avalanzarse sobre el hermano y continuar la rumba de golpes.
¿Qué estamos viviendo? O mejor, ¿dónde estamos viviendo? que los problemas los solucionamos a base de golpes… ¿esto es el far west? Yo se que estamos en el lejano oeste de Venezuela, Machiques, donde las fronteras impuestas por nosotros se disipan y convivimos en medio de la sierra, los indígenas y las vacas pero… Caernos a golpes no tiene ninguna clase de justificación…
Y aquí viene mi reflexión: algunos han comentado que “ese golpe se lo buscó” el buen Chepe, -cosa que dudo-, pues no veo alguien más parecido a la paloma de la paz que Chepe, otros dicen que “a la gente hay que saberla tratar” y no hay quien deje de decir “bien le está…” alguno comentó que “no había que darle más importancia de la que tiene al hecho…”,
Hace casi 15 años, el 04 de junio de 1992 la Guardia Nacional me agarró por la calle y sin mayores explicaciones me dio una paliza… eran cuatro guardias. Yo solo les gritaba, les rogaba que dejaran de golpearme… me sentí aplastado, rasgada mi dignidad. Luego me llevaron en la “perrera” donde me insultaban,…. Me di cuenta de que la vida sin dignidad no valía nada y por ello en esos momentos en un instante ciego me provocó morir, solo para no seguir viendo mi vida tratada como una estopa sucia. De esto les contaré el 04 de junio que viene… ahora solo quiero decir que…
En ese momento hubo personas amigas y hermanos que llegaron a comentar que “esos golpes se lo buscó”…, otros dijeron que “a la gente hay que saberla tratar” y a mi madre le dijo un hermano “bien le está…” Escuché de una persona que: “no había que darle más importancia de la que tiene al hecho…” cuando comenzamos a realizar la denuncia pública… Y es cierto, hay que darle LA IMPORTANCIA QUE TIENE.
Y esto no está bien. Gracias a Dios a mi lado estuvieron amigos y hermanos que me acompañaron y apoyaron… Eso quiero que sientas Chepe. Te acompañamos y apoyamos.
Aquí está la foto que publicó El Nacional cuando fui golpeado, para que quede constancia de lo que relato y recordarnos que todos tenemos derechos a ser respetados y vivir con dignidad, sin miedo a que en cualquier momento algún ser llevado por la ira pretenda pagar sus frustraciones con uno.
En el Colegio ocurrió un hecho que me trasportó al pasado: un representante le propinó un golpe a nuestro amigo y hermano Chepe. Así, sin más, de la nada vino ese trancazo. Si no intervienen los alumnos y otros profesores presentes hubiese ido a más… no por Chepe, que quedó atónito, sin poder reaccionar, sino por el otro sujeto que pretendía avalanzarse sobre el hermano y continuar la rumba de golpes.
¿Qué estamos viviendo? O mejor, ¿dónde estamos viviendo? que los problemas los solucionamos a base de golpes… ¿esto es el far west? Yo se que estamos en el lejano oeste de Venezuela, Machiques, donde las fronteras impuestas por nosotros se disipan y convivimos en medio de la sierra, los indígenas y las vacas pero… Caernos a golpes no tiene ninguna clase de justificación…
Y aquí viene mi reflexión: algunos han comentado que “ese golpe se lo buscó” el buen Chepe, -cosa que dudo-, pues no veo alguien más parecido a la paloma de la paz que Chepe, otros dicen que “a la gente hay que saberla tratar” y no hay quien deje de decir “bien le está…” alguno comentó que “no había que darle más importancia de la que tiene al hecho…”,
Hace casi 15 años, el 04 de junio de 1992 la Guardia Nacional me agarró por la calle y sin mayores explicaciones me dio una paliza… eran cuatro guardias. Yo solo les gritaba, les rogaba que dejaran de golpearme… me sentí aplastado, rasgada mi dignidad. Luego me llevaron en la “perrera” donde me insultaban,…. Me di cuenta de que la vida sin dignidad no valía nada y por ello en esos momentos en un instante ciego me provocó morir, solo para no seguir viendo mi vida tratada como una estopa sucia. De esto les contaré el 04 de junio que viene… ahora solo quiero decir que…
En ese momento hubo personas amigas y hermanos que llegaron a comentar que “esos golpes se lo buscó”…, otros dijeron que “a la gente hay que saberla tratar” y a mi madre le dijo un hermano “bien le está…” Escuché de una persona que: “no había que darle más importancia de la que tiene al hecho…” cuando comenzamos a realizar la denuncia pública… Y es cierto, hay que darle LA IMPORTANCIA QUE TIENE.
Y esto no está bien. Gracias a Dios a mi lado estuvieron amigos y hermanos que me acompañaron y apoyaron… Eso quiero que sientas Chepe. Te acompañamos y apoyamos.
Aquí está la foto que publicó El Nacional cuando fui golpeado, para que quede constancia de lo que relato y recordarnos que todos tenemos derechos a ser respetados y vivir con dignidad, sin miedo a que en cualquier momento algún ser llevado por la ira pretenda pagar sus frustraciones con uno.