Creí que mi viaje
tocaba a su fin, que todo mi poder estaba ya gastado, que el sendero se
extinguía bajo mis pies como a veces el sueño en el súbito despertar. Creía que
ya había consumido todas mis energías y era el momento de guarecerme en una
penumbra silenciosa. Pero me di cuenta de que la obra de mi Creador no acababa
nunca en mí. Y cuando pensaba que no tenía nada nuevo que decir ni que hacer,
nuevas melodías estallaron en mi corazón. Y donde los senderos antiguos se
borraban, se abría a mis pies otra tierra maravillosa”.
Tagore, el viaje
No hay comentarios:
Publicar un comentario