jueves, 11 de enero de 2007

SOLO ANTE TI

Esta tarde Señor estoy solo,
poco a poco los ruidos del colegio
se van apagando,
los muchachos se han ido
y yo regreso a casa, solo.

Al volver caminando de misa
me crucé con una pareja de novios
que daban un paseo
y proclamaban su amor
con miradas y gestos .

Caminé frente al club lleno de gente,
saludé al chamo que luego del juego
intentaba refrescarse con una bebida fría…
me encontré con algunos pequeños
que jugaban en la acera...
los niños Señor,
los niños de los otros que jamás serán míos…

Y heme aquí Señor, solo

El silencio es amargo,
la soledad me aplasta…
Señor, tengo 23 años,
un cuerpo hecho para los demás cuerpos,
unos brazos jóvenes para el trabajo,
un corazón destinado al amor…

Pero yo te lo he dado todo
yo te lo he dado todo Señor
pero no es fácil…

Es duro dar tu cuerpo: el querría entregarse a otros ...
no es fácil amar sin reservarse a nadie ...
es duro estrechar una mano sin querer retenerla.

Es fácil besar,
pero nunca sus labios ...
es duro cultivar en tu corazón un cariño,
pero para entregarlo a otro ...
no es fácil acariciar a alguien
sabiendo que nunca será tuyo ...
es duro hablarle del amor,
pero no poder nunca decirle ”mi amor” ...

No es fácil no ser nada para sí mismo
por serlo todo para los demás...
es duro ser como los otros,
estar entre los otros y ser otro.
No es fácil dar siempre sin esperar recompensa

Es duro ir delante de los demás
sin que los demás vayan jamás delante de uno

No es fácil arrastrar a los otros
y no poder jamás ni por un instante
dejarse arrastrar un poco.
No es fácil sostener a los débiles
sin poder apoyarse uno un poco en otro.

Es duro estar solo,
solo ante todos,
solo ante el mundo,
solo ante el sufrimiento.

Y heme aquí Señor,
he aquí mi cuerpo ,
he aquí mi corazón,
he aquí mi alma.

Quiero ser lo bastante grande para abarcar el mundo,
lo bastante fuerte para poder llevarlo a hombros,
lo bastante duro para poder abrazarlo sin intentar guardármelo,

Quiero ser tierra que hospeda,
tierra que da fruto,
tierra que es sostén,
pero solo tierra de paso.

Quiero ser camino
que no conduzca hacia mi,
sino que llegue a ti.

Señor, en esta tarde
mientras todo se calla
y mi corazón siente
la amarga mordedura de la soledad,
la confusión y la duda;
mientras mi cuerpo
llora largamente su hambre oscura
yo te vuelvo a dar mi SÍ,
no en una explosión de entusiasmo
como hace pocos años,
sino lenta, lúcida, humildemente
sin grandes aspavientos
y marcado por la pobreza de mis limitaciones ...

Te renuevo mi SI
solo Señor ante ti
en la paz y soledad de la tarde

Comunidad Cardón 1989.

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